Todo empezó en marzo... era Madrid.
Enfermé como hacía tiempo que no lo hacía. Llamaron a Samur para que me asistieran y se negaron a darme el servicio. Me diagnosticaron por teléfono: "Es muy joven, que se tome una Coca-Cola y que vaya al Centro de Salud más cercano". Fin del diagnósitco.
Una de dos: O Coca-Cola le paga a ellos, o me debe pagar a mí por hacerles publicidad.
Días después, vi su ambulancia parada en medio de un alboroto y sin saber por qué. No había paciente, pero sí muchos ATS. Ninguna Coca-Cola a mano.
Previa consulta de pago (de mi bolsillo, no quiero ná con la S.S.), se supo que era gastroenteritis. "Toma mucha sopa", me dijo el médico. Así que fui al Súper y me compré un preparado de vegetales para sopa. Traía este tubérculo de la foto. No sé qué es. Pasé su foto por mail a todos mis amigos para desenmascarar al desconocido y nadie me contestó. A mi riesgo lo eché en el brebaje curativo a base de pollo. Creo adivinar que es rábano. Sigo sin tener respuesta oficial de mis amigos.
Para terminar con mis males, decidí darme una dosis de azúcar, necesito un helado. Al salir del Metro encuentro esta papelera humeando. Humea que humea. Un transeúnte, que sean dos. Nadie se detiene a ver qué pasa. Nadie llama a nadie (si total para qué). La señorita de mantenimiento urbano hojea sin ojear un periódico de distribución gratuita al lado de la papelera incendiada. Yo paso por el lado, le hago la foto y sigo mi camino. Quiero un helado. Por mí, puede arder Roma... ¡Porta mí!
*¡Porta mí!= ¡Qué me importa!
Tienes razón, no sé si será cosa de los tiempos que corren o de las grandes ciudades, pero me parece que cada vez nos hacemos más indiferentes a todo y a todos (creo que es una estrategia de supervivencia urbana). ¡NA´E NÁ!, ¡PORTA MÍ TO!, mientras no me afecte de manera directa y si puedo evitarme un problema o tener que perder MI tiempo resolviendo el de otro (u otros) mejor que mejor. Y es que no tenemos tiempo ni pa´ respirar y eso que todavía podemos hacerlo... porque sigue siendo gratis! (aunque no sé por cuánto tiempo!). Un beso.
ResponderEliminarFina: Has hablado por cien años. Esa es la idea. El concepto. Pobre humanidad. Un abrazo y qué valiente eres de leerme :=)
EliminarT
Tal vez querida Tania es que el gran brebaje que se hierve es el de una humanidad insípida, tristemente desconectada (ironía de la era de los medios sociales en la red) y totalmente ajena a la genuina identificación con la otra o el otro. Una gran pena, ya que no se me ocurre como así finalmente salvaremos el planeta, abandonaremos la pobreza mental y escalaremos peldaños superiores. Así dos y dos no son cuatro... es ponte en cuatro y que nos den pa'llá.
ResponderEliminarMe identifico totalmente contigo.
diejeron que eras muy joven... pero es que la atención del samur tiene restricciones de edad?????
ResponderEliminar