lunes, 11 de enero de 2010

Zoológico astral


La astronomía nunca me ha llamado la atención, más allá de la observación del manto estelar a simple vista. Cientos y cientos de constelaciones con nombres diversos que hacen referencia a dioses de la mitología griega, a los signos del zodíaco, animales diversos, entre otros muchos rangos. Personalmente creo que hay que echarle mucha imaginación para "ver" las figuras que dicen que forman.
Pero me centraré en mi querida "Osa Mayor". La llamo "querida" porque forma parte de mi cielo personal. Donde quiera que vaya, al mirar al firmamento busco ese gran signo de interrogación o cacerola (como muchos le llaman), sólo por curiosidad y por ver las pequeñas diferencias en su disposición, dependiendo del lugar del mundo donde me encuentre.
Curiosamente nos hemos vuelto a reecontrar el pasado sábado en Madrid... ¡¡todo un privilegio poder ver las estrellas en plena ciudad!! Algo bueno debía dejarnos tanta nieve y lluvia. Me sorprendió con alegría poder verla claramente después de tantos años (en mi ciudad natal es practicamente "normal" verla casi todos los días y acompañada de miles de millones de puntitos luminosos a su alrededor).
Sé que muchas personas, aun en los tiempos que vivimos, ven en las estrellas una forma de predecir el futuro. Personalmente creo que las estrellas saben poco sobre la vida humana (¡¡qué suerte tienen!!) y que sólo los propósitos que formulamos bajo ella,o a plena luz del día, se pueden cumplir, siempre y cuando nos pongamos manos a la obra.

En este reencuentro casual con "mi constelación" recordé cuando muchos años atrás, me invitaron a visitar el puerto de Jbail (Byblos) y pasar allí la noche con unos familiares y unos amigos de ellos. La velada fue maravillosa sentados sobre el muelle escuchando el ruido del oleaje. Recuerdo que la vi y que me parecía diferente (practicamente invertida) a cómo se veía desde casa. Durante esa misma velada alguno me preguntó a qué me dedicaba y le conté mi oficio en ese momento. Pero también le dije que en el futuro sería fotógrafa. En ese momento no tenía ningún plan trazado. Pero lo sabía. Años más tarde, sin razón aparente ya había puesto en marcha el carro para mi cambio de vida. Hoy aquellos propósitos son una realidad... sin ayuda de los astros. Pero con ellos por compañía y para recordarme cada vez que los vea, que las metas son necesarias: trazarlas y cumplirlas.

¡¡He dicho!!


P.D.: Las fotos que hice esa noche quedaron desenfocadas y cortas de luz. Hoy ya me quedan un poco mejor XD

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