sábado, 6 de marzo de 2010

Traveling VIP*

* VERY IMPRUDENT PEOPLE



Y ahí va... de nuevo hay que tomar un avión que me lleve a ".com.do"... y otro que me traiga a ".es", claro está. El problema está en que la convivencia no es fácil. NI SENCILLA.

Empecemos por el principio, el viaje de ida: Tardamos en acomodarnos más del tiempo estimado como estándar. Una doña, al pie de la puerta de embarque, se atreve a levantarle la voz al comandante de vuelo haciéndole saber que ella pagó con "sus cuartos" así que si ella quiere puede llevar esos "5 sacos" en cabina.... "se mimpolta" se le escucha decir en tono desafiante... Poco más tarde, el piloto toma el micrófono y se disculpa por el retraso "que estamos experimentando de más de una hora, situación muy normal en estas fechas para los viajes a Santo Domingo".

El avión empieza el rodaje... yo iba un poco justa de espacio: a mi izquierda una ventanilla y a la derecha viajaba una señora tamaño familiar, y a mis pies iba el cajetín con mi niña preciosa... Lo de Nunú lo soporto con alegría, pero lo de la doña... ¡¡bueno!! Antes de despegar ya había armado un pleito con la señora que viajaba en su asiento delantero: ¡¡No, no, no!! ¡Usted no puede reclinar su asiento, lo siento mucho, yo estoy operada de rodilla!! O endereza su asiento o yo me bajo (el avión ya rodaba por la pista de despegue). Una asistente le explica que la señora está en su derecho a reclinar el asiento. -¡No, señora, no! yo estoy operada de rodilla! -Si usted quiere le pedimos al piloto que pare y usted baja del avión- le responde la asistente. ¿Me van a devolver mis cuartos? - Pregunta la doña con suspicacia-. - No creo - responde la asistente.. Pues no me bajo... dígale que no incline tanto su asiento.

¿Entonces?

Despegamos... "Señores pasajeros en breves instantes pasaremos por sus asientos con la venta de auriculares para que puedan disfrutar de la programación a bordo". La doña bajo descripción no pierde la oportunidad de agenciarse un par de auriculares, uno para ella y el otro para su marido. Y yo me pregunto ¿por qué funcionaron sus auriculares? Cuando tantos y tantos artículos vienen dañados de fábrica, o más fácil aún, ¿por qué la clavija en su reposabrazo no estaba dañada? Es lo más común ¿no?

"A ver... por aquí... ¡anjá! canciones... sí... ¡anda! ¿Quién me va.... mociones? ¿Quién me va a .... done? ¿Quién me va..... ? ... tíoooooooo" Me acomodo en mi asiento plenamente convencida de que se iba a quedar dormida antes de la media hora. ¡¡Por la vía del "ponche"!! conforme pasaba el tiempo, más repetía las canciones... parecía que iba en su jet privado... ¿Quién me va ...gar mociones? ¿Quién me va a ... dir nunca... ndone? ¿Quién me va tapar... ío? ... razón tíoooooooo" ¡Anda pal caraaaaaj! ¿pero ella va a seguir? Después de que sirvieran la comida, amenazó con echar una cabezadita, cuando de repente, como el Ave Fénix, se reacomodó los audífonos y vuelta a empezar ¿Quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca la abandone? ¿Quién me tapará esta noche si hace frío? ... ¿Quién me va curar el corazón partíoooooooo?" Ahora es que la cosa es seria... ¡¡se aprendío la canción!! ¿Quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca la abandone? ¿Quién me tapará esta noche si hace frío? ... (y ahora con los brazos en alto) ¿Quién me va curar el corazón partíoooooOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOoooo?"


Mamá siempre me ha dicho, cuando no puedas contra el enemigo, únete a él. No fue mi caso, que era espectadora involuntaria de semenjante espectáculo, pero sí el de aproximadamente 15 pasajeros que le "hacíán el coro". La doña protagonista de mi relato se enterará del coro de fans que obtuvo en el vuelo si algún día lee este blog.
En ese momento, el volumen de la música y el cantar con los ojos cerrados le dio la felicidad propia de la ignorancia...

Se corta el sonido de la programación a bordo para dar paso al mensaje en cabina: "Señores pasajeros en breves instantes, miembros de nuestra tripulación pasarán por sus asientos con el carrito de venta a bordo. Pueden ver el catálogo de nuestros productos en venta en el bolsillo de sus asientos delanteros" ¡¡Ay!! los regalos que me faltan!! Yo lo conté, no es ninguna mentirilla... la señora estuvo MEDIA HORA DE RELOJ comprando los "regalitos" que le faltaban: chocolates, peluches, perfumes, maquillajes y alguna que otra botella de "romito" del fino. Un pasajero esperó detrás del carrito, pacientemente, hasta que ella terminara su compra cuando le pidió paso a la auxiliar de vuelo para completar su trayecto al baño ¡esos son esfínteres a prueba de fuego! No obstante, minutos más tarde, la doña reaccionó para reclamar, nuevamente, la presencia de la tienda a bordo... ¡¡Porque le faltaban regalos!! Y ahora sí, están todos:
¿Quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca la abandone? ¿Quién me tapará esta noche si hace frío?... ¿Quién me va curar el corazón partíooooo000000000000000000000000000000000000000000ooo?"

Dejemos a la doña XXXL un momento para repartir un poco también al pesao que viajaba detrás de mi asiento que le dio por subir sus pies en mi reposabrazos y cuya presencia era delatada por algún que otro extraño olor a ratón... le pedí, educadamente, que bajara sus pies de mi asiento ¡¡y se molestó!! intentó gritarme. Dije bien: intentó. Él no esperaba encontrarse una "carita blanca" con una boquita tan plebe... ¡¡ay, como la mía!! ¿Quién guarda silencio y ahora viaja con los pies en el reposa piés? El pasajero de mi asiento trasero. Creo que me entendió.

¿Quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca la abandone? ¿Quién me tapará esta noche si hace frío?... ¿Quién me va curar el corazón partíooooo000000000000000000000000000000000000000000ooo?" ¡Ofrézcome! ¿¿esta vaina no va a aterrizar?? "Señores pasajeros, en un tiempo estimado de 20 minutos estaremos aterrizando en el aeropuerto de Santo Domingo" ¡Óle!! en ese momento se divorcia de Alejandro Sanz y grita "¡¡¡¡Oye, more!!!! ¡¡¡Tamo llegando!!! ¡Ay, mi pedacito de tierra! porque una se tiene que ir a trabajar afuera, pero la tierra de uno es la tierra de uno.... saca el pintalabios, la sombra el colorete... y el "perfumito" que toda doña dominicana siempre llevará en su bolso ¡¡que no falte de na!!

Para el viaje de vuelta la historia es más sencilla... y más corta. La pasajera a mi derecha también es XXXL. Y aunque antes de subir al avión yo me haya tomado dos analgésicos y un antialérgico con el único propósito de dormir todo el viaje, ella me pondrá conversación, así yo no le responda, así esté yo dormitando, así no concilie yo el sueño... y mi pantallita para ver la programación a bordo no funciona...¡¡Carajo!! ¡qué mal repartío está el mundo!


¡¡He dicho!!




1 comentario:

  1. hola esta bueno que te pase por pechua. sabes bien si eso fue en el avion inmaginate en un autobus como por ejemplo caribe tours o simplemente que no te puedes recostar y no es completo porque a alguien se le antoja decir que le molesta por eso donde quiera se cuecen habas

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