miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Palabra Precisa

Historias reales de momentos de ficción


CLARO COMO EL AGUA        
Su tren acababa de llegar a la Estación de Oriente. Era la primera vez que visitaba Lisboa, así que, para no perderse en el camino, tomó un taxi.
- Al hotel Dos Anjos, por favor – Le indicó la viajera, al taxista, en castellano.
El taxista metió la primera y puso el taxi en marcha. Zigzagueando y a todo vapor, cruzó por el centro de Lisboa. La viajera quiso aprovechar la ocasión para preguntar por los lugares de interés y sobre la comida típica del lugar.
-Na Praça do Comércio… Bacalhau, o Melhor de Lisboa – Contestó el taxita en su idioma natal (1).
-¡Qué maravilla poder hablar cada uno en su idioma y que nos entendamos!– Expresó la viajera.
- Si. O portugues es uma lingua fácil… É lido como escrito. Sem letras extranhas … Veja:  Laranja , é dito “lag’anya” ¿ve-la? ¡Muito fácil! … vocé leia “Geografía” é dito “yeog’rafía" (2)… É lido como escrito. ¡Muito fácil! – Decía el conductor todo entusiasmado, a toda velocidad y zigzagueando por la ciudad.
“Claro, para tí que conoces el alfabeto portugués”, pensaba la viajera a la vez que sonreía y asentía con la cabeza mientras miraba al conductor a través del retrovisor.

No conocer otros “mundos” produce universalismo.
(Lisboa, Portugal)

CALLA, TONTA
Después de muchos años, por fin había logrado volver a su querido Camagüey. ¡Qué alegría poder estar con la familia!
Leonor aprovecharía la ocasión para visitar a todos sus viejos amigos.
- ¡María! Vamos a ver a Dolores… pídete un taxi – Le dijo a su hermana.
Minutos más tarde, las dos hermanas, que ya rondaban la cincuentena, se dirigían a casa de su amiga. En el camino, Leonor quiso recordar tantos buenos momentos compartidos con la familia de Dolores.
- ¡Ay, manita! ¿Tú te acuerdas de aquellas reuniones de los domingos? Esos lechoncitos asados y la música…–Decía Leonor, que hablaba sin parar ni medir sus palabras.
Su hermana, trató de hacerle entender con la mirada que cuidara lo que decía. La miró a los ojos haciendo una mueca con la boca y luego le hizo un giro con la cabeza haciéndole entender que no conocían al conductor. En este “sistema” nunca se sabe quién está con quién. A Leonor parecía no importarle o quizás, no entendió a su hermana. 
El conductor parecía sentirse un poco incómodo con tanta charla.
- A mi me encantaban esos filetes “vuelta y vuelta” que nos preparaba el tío Pedro. La verdad es que la comida de aquí es la mejor del mundo… no como esas comidas de por allá tan lejos – Siguió diciendo Leonor
En ese momento, el conductor se acomodó en su asiento, respiró profundamente y miró por el retrovisor a Leonor. Le dijo:
- Señora ¿Usted sabe cuál es el problema? Que ahora damos “vuelta y vuelta” y no encontramos ningún filete.

Silencio.
(Camagüey, Cuba)

CONJUGACIÓN – CONFUSIÓN
-¿Y Rafa? ¿Dónde se ha metido? Falta un cuarto de hora para que empiece la función y no se ha vestido – gritaba la organizadora de la presentación teatral.
-Yo creo que no va a venir. Anoche yo lo vi y estaba un poco perjudicado de tanto aguinaldo –Dijo Juan acercándose a la organizadora
- ¡Qué! ¿Qué no viene? ¿Qué no viene? ¿Y quién  va a interpretar su papel? – preguntaba desesperada la organizadora – ¡Ay, mi madre! ¡Ay, mi madre!… quién me manda a meterme en estos líos….
Asomó la cabeza entre las cortinas y vio que el salón lateral de la iglesia, que habían habilitado como teatro navideño, estaba casi completo de espectadores que esperaban ansiosos el inicio de la función.
-¿Quién va a interpretar su papel? Yo no puedo. Y además… seguía diciendo la organizadora- a estas horas dónde voy a encontrar uno que se aprenda el diálogo…
-Jefa, perdone- le interrumpió Juan- el hermano de Rafa venía con él todos los días al ensayo… yo creo que él se sabe el personaje. ¡Ramón! Ven pa’ cá. Demuéstrale a la jefa que tú te sabes el papel…
Luego de un mini-casting al vapor, el elenco estaba completo. Aquello era un milagro de navidad.
Todo iba perfecto. Ramón era el interprete perfecto. El salvador de la función.
-¡Oh! – Tratadla con respeto - Gritaba Ramón en medio de la función-
En su interpretación, los personajes amenazaban agredir brutalmente a una mujer del pueblo. A lo que Ramón metido en su personaje, ávidamente acudió a la lógica y al verbo para detener a los agresores
-¡Oh, no! ¡No le peguéis! ¿No veis que es una MUJEIS?

Ser del Caribe y querer hablar como un español tiene sus peligros.
(San Francisco de Macorís, República Dominicana)
 

MAGNÁNIMUS PIJUS
Otra vez llegaban tarde. A toda prisa se metieron a los vestidores para prepararse. La clase de natación estaba a punto de empezar.
-Sí, tía. Muy fuerte. Yo pensé que lo tendría todo listo para el examen, pero al final, ya ves… no puse el despertador – Le dijo la más alta de las dos niñas a la menor.
-Súper fuerte, tía. ¡Qué marrón! Entonces te quedaste dormida – Pareció preguntar la más bajita.
- Pues sí. Y mira que anoche pensé: “te tengo que llamar, te tengo que llamar para que me llames” –Dijo la más alta-
-¿Y por qué no me llamaste? – Preguntó la más bajita
- ¡Tía! Es que no sabía que se me iba a olvidar –Respondió tajantemente la más alta.

¿Le ha quedado claro?
(Madrid, España)

INTIMIDACIÓN MEDULAR
Como cada semana, después de terminar la jornada de estudios decidieron salir a cenar a uno de los restaurantes de comida rápida de la avenida grande, la que baja hasta el Malecón.  Pero hoy se les había hecho especialmente tarde, así que entraron en el local pasada la media noche.
- Para mí, un par de tacos… y para mi hermana una ensalada César – Pidió el menos de los dos hermanos.
Luego de pagar en caja, se acomodaron en uno de los conjuntos de mullidos asientos. Intentaron iniciar su propia conversación, pero en la mesa contigua había un problema no resuelto y que intentaba aclararse a voces.
-¿Uté quiere que yo llame a una patrulla ahora mismo y lo mande a trancá? – gritaba un hombre, que estaba de pie, a un grupo de comensales. Mientras tanto, sujetaba en una mano una bolsa con comida recién comprada y en la otra mano la puerta del local, sin decidirse a entrar o salir por completo de las instalaciones.
-Amigo, no se ponga así – trató de aplacarle uno de los comensales
-¿Uté sabe quién soy yo pa’ hablame a mí así?  ¿Uté quiere que mande a bucá una patrulla y los tranque a tó? – volvió  a gritar enfurecido
Los dos que acaban de llegar se miran y se encogen de hombros sin saber explicar qué sucede.
-¡¡Falt’e repeto!! ¿Uté tiene idea de quién soy yo?  ¡¡E’ má!! Ahora mimo voy a llamá la patrulla – Amenazó con decisión.
-De verdad, amigo, no lo hemos hecho con mala intención… Discúlpenos – Volvió a decirle su único interlocutor del grupo que estaba en la mesa.
-Bueno… lo voy a dejar pasar… pero conmigo no se metan, que utede no saben quien soy yo.  Pa’ la próxima, llamo la patrulla y lo tranco a tó.
Abrió la puerta por completo y se fue dejándoles con la palabra en la boca.  Minutos más tarde, los recién llegados que apenas había probado la comida que ya le habían servido, escucharon a los de la mesa contigua decir:
-Tengamo que amitir que hemo cometido un errol… la cosa no son así. Tengamo que amitirlo…
-Pero e’ que ese hombre e’ muy agresivo – se atrevió a apuntar una de las chicas que componía el grupo de amenazados.
-Ta’ bien, pero amitamo que haigamo caído en un errol – apuntó el primero.

Al día siguiente, la mayor de los dos hermanos llamó a uno de los propietarios para contarle la situación:
-¡Prima! Mira que anoche estuve por el restaurante y…. -Le contó todo con lujo de detalles.
-¡Ah! Sí, no te preocupes, ese es un borracho que se aparece todos los días después de las 11 de la noche… tú sabes, hijo de “politiquito” y se cree que es súper poderoso. Gracias por avisarme, pero no te preocupes. Ya lo conocemos.

La fuerza, que puede más que la razón.
(Santo Domingo, República Dominicana)

(1) En la Plaza del Comercio, Bacalao. Lo mejor de Lisboa. 
(2) Si. El portugués es un idioma fácil Se lee como se escribe. Sin letras extrañas... Mire: Naranja, se dice "nag'anya" ¿ve? ¡¡Muy fácil!! ... usted lee "geografía" y se dice "yeog'rafía". Se lee como se escribe ¡¡Muy fácil!
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario